Me he pasado las últimas noches despierto delante del ordenador. Parte del tiempo trabajando en unos videos para el curro, y el resto, curiosamente, escuchando música sin parar. Me ha dado por percatarme de que poseo una biblioteca musical extraordinariamente extensa recopilada a través de los años. Con mis auriculares puestos, rememoraba temas que en otros tiempos me hicieron bailar, llorar, gritar... en definitiva, emocionarme. Escuché discos viejos de todo tipo: hip hop, rock (Trapt, towers of london...), metal (linkin park!), musica eléctronica (eiffel 65, ay...) y muchos más... pero de repente me topé con un artista que llevaba mucho, mucho tiempo sin escuchar. CHARLES AZNAVOUR.
Más que un cantante, un poeta. Más que un artista, arte en sí mismo. Sus palabras se clavaron en mi pecho con fuerza, desenterrando mi herencia cultural francesa que olvido demasiado a menudo. Y como no, lo comparto con vosotros. Hacedme caso: estos dos vídeos merecen ser vistos y disfrutados cada segundo que duran.
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